¿De dónde viene el término ‘hacerse el sueco’?
¿De dónde proviene la expresión «OK»?
Sangre azul: ¿desde cuándo y por qué se usa esta expresión?
«Tirar de la manta» o «estar sin blanca»: ¿De dónde vienen estas expresiones españolas?
El aviso de un científico sobre lo que va a pasar en España que nadie entiende: hay que estar atento a esta fecha
Ni 5 minutos ni una hora: el tiempo exacto que debe durar la siesta según la NASA
Todos en alguna ocasión hemos utilizado el dicho ‘hacerse el sueco’. Es un dicho muy popular en España y que hace referencia a una persona que trata de hacerse la despistada para que parezca que algo no tiene que ver con ella. Atendiendo a la RAE, significa «fingir que no se entiende, desentenderse de algo».
Por lo general, hacemos uso del dicho ‘hacerse el sueco’ en dos ocasiones. Por un lado, cuando vamos caminando por la calle y nos encontramos con alguien a quien no queremos ver, así que optamos por hacernos los despistados y fingir que no le hemos visto.
Y, por otro lado, cuando estamos manteniendo una conversación en grupo y se habla de un tema que va con nosotros y no nos gusta, así que hacemos como si la cosa no fuera con nosotros.
Origen del término ‘hacerse el sueco’
Algunos autores indican que el origen de este dicho hace referencia a la forma en la que actuaban los marineros suecos al atracar en los puertos españoles. Eran incapaces de entender lo que se les decían porque no conocían nuestra lengua.
Otra teoría defiende que este dicho nada tiene que ver con los suecos, sino con los zuecos, un tipo de calzado. La palabra ‘sueco’ de ‘hacerse el sueco’ proviene del vocablo latino ‘soccus’, el tipo de calzado que en la Antigua Roma utilizaban los cómicos en sus representaciones. De ‘soccus’ se derivan la palabra como zoquete, tal y como se denomina a una persona torpe y obstusa.
Una última teoría indica que ‘hacerse el sueco’ es la versión española de la expresión francesa ‘faire la sourde oreille’, que se traduce como ‘hacer oídos sordos’. El origen proviene de los intentos fallidos de Napoleón a la hora de negociar con un diplomático sueco. Este último fingía que no le entendía para no acceder a las peticiones del emperador francés.
Temas:
- Frases